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VALAIS
rumbo a Nendaz. Situada en una terraza a 1.300-1.400 metros sobre el valle del Ródano, Nendaz ofrece vistas inmejorables a los Alpes berneses, del Valais y del Vaud. Se trata de un moderno centro turístico que atrae a visitantes durante todo el año, tanto para disfrutar de los deportes de invierno en los meses fríos como de caminatas de todo tipo con el buen tiempo. Desde Nendaz, seguimos nuestro viaje por la Gran Ruta de Suiza. En tan solo media hora nos plantamos en la abadía de San Mauricio, del siglo VI. Proseguimos nuestro viaje por carretera, en dirección a la localidad de Aigle, en la región del lago Lemán. Nos dirigimos hacia la última etapa de la Gran Ruta de Suiza y, así, al final de nuestra inmersión en el país helvético, pero antes nos aguardan grandes descubrimientos.
Típicas casas del Valais, en Saas-Fee
descansan algunos escaladores y excursionistas fallecidos en misiones sin final feliz. De hecho, el mítico pico fue escalado por primera vez hace justo 150 años. Fue el británico Edward Whymper, en 1865, el que consiguió culminar los 4.478 metros. Eso sí, a costa de la vida de cuatro de sus cinco acompañantes. Su hazaña, con regusto amargo, marcó un antes y un después en el mundo del montañismo, y, lejos de asustar, el Cervino se afianzó como la montaña que hay que escalar. Y las palabras de Whymper suenan como un susurro que des-
cribe la belleza de esta cumbre con forma de toblerone. Dice así: “Bajo la cima se extendían oscuros bosques y prados llenos de luz, lagos serenos y bulliciosas cataratas, caos de rocas y fértiles praderas, suaves colinas y profundos abismos”. FIN DE LA RUTA Reemprendemos el camino, repleto igualmente de agradables sorpresas. Es el Valais que se abre siguiendo al Ródano, en un suave paisaje de colinas y viñedos. Nuestro primer objetivo es Sion para, desde allí, seguir
MÁS INFORMACIÓN: www.valais.ch
esencial
Otras joyas alpinas. Más discreta en tamaño y nombre que Zermatt, Saas-Fee respira aire puro anclada entre bellos paisajes, donde esquiar o caminar es posible durante todo el año. De nuevo nos rodean cordilleras de 4.000 metros. Metida en un valle de gran belleza, tranquilo y tan solo transitado por coches eléctricos, Saas-Fee es el punto de origen del teleférico que nos acerca al glaciar Felskinn. De allí, en funicular, llegamos a los 3.500 metros de Mittelallalin, un buen lugar para hacer una pausa en el restaurante giratorio y gozar de vistas descomunales sobre los Alpes berneses y los Grisones. Excursiones de altura. El cantón del Valais constituye una de las cunas del excursionismo de todo el mundo, con cerca de 50 cuatromiles, glaciares y, por supuesto, toda suerte de pistas de esquí. Las pistas del Matterhorn Glacier Paradise, con nieve perpetua y la pista más larga de toda Suiza, de 20,4 km, junto con las del Rothorn Paradise, las del Gornergrat y las del Cervinia, forman una red de más de 300 km de zonas de esquí accesibles desde Zermatt. Estas montañas diseñan un perfil que representa todo un país. Merece especialmente la pena subir a la cima del Gornergrat, a 3.100 metros, para contemplar las sorprendentes vistas del Matterhorn y el Monterosa.
Vista del Valais desde el Furkapass
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Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza