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LUCERNA
El excursionismo es una de las actividades más apetecibles en la reserva de Entlebuch, camino a Lucerna DERECHA En el parque infantil Moraculum, en la estación de montaña de Rossweid, las actividades en familia permiten conocer la zona tanto a los mayores como a los más pequeños
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UESTRA RUTA sigue con cierta ansia por llegar a la meta, los pueblos de Entlebuch y Schüpfheim, para seguir hasta Flühli y Sörenberg. Estamos, por fin, en plena Reserva de la Biosfera de Entlebuch, y, como carta de bienvenida, la naturaleza nos ofrece un regalo para nuestro bienestar. Se trata de un recorrido siguiendo los preceptos del doctor Kneipp, en la bautizada como Kneipper Erlebnis (experiencia Kneipper). Kneipp es considerado uno de los precursores de la hidroterapia y la medicina natural, y sus métodos son seguidos por muchos de los amantes de las terapias alternativas. Fitoterapia, espiritualidad, deporte y nutrición son los pilares de sus tratamientos. En el itinerario nos aguardan bañeras de agua helada para reactivar la circulación, caminatas descalzos por encima de piedras, hamacas para el relax y hasta un hermoso jardín de plantas aromáticas. Y es que la Reserva de la Biosfera de Entlebuch nos sorprende a cada paso, con un paisaje de pantanos y mesetas calcáreas lleno de encanto distribuido en 400 kilómetros cuadrados. Una ruta por lo más salvaje del oeste de Lucerna. Nos queda mucha energía y decidimos dedicarla a otro espacio que sobresale en la hermosa reserva de Entlebuch. Toca hacer una parada en Rossweid para comer algo y disfrutar como niños en el parque infantil Moraculum. Tanto en invierno como en el buen tiempo, este es el escenario de los más divertidos y diversos juegos infantiles, siempre en contacto con la naturaleza. Un final de ensueño para un día perfecto.
La ruta de los castillos
De la Reserva de la Biosfera de Entelbuch al valle de Seetal, la Gran Ruta de Suiza se adentra ahora por un paisaje hermoso donde se respira calma y belleza. Un impresionante castillo elevado nos recibe en Lenzburg, como aperitivo de lo que nos espera unos kilómetros más adelante. Surcamos el lago de Hallwil para descubrir cómo a veces las leyendas cobran forma real: en este caso, la fortaleza medieval de Hallwil emerge con encanto del agua con su fosa sumergida en el lago. Unos kilómetros más adelante nos sale al encuentro otro lago, y muy cerca, en Gelfingen, el imponente castillo de Heidegg. Dejamos atrás el encanto de esta zona para llegar, por fin, a otro destino no menos encantador: Lucerna.
Lucerna, luces de ciudad
Si una ciudad deslumbra por su belleza, esta es sin duda Lucerna. Regada por el río Reuss, su historia se vincula al enclave donde se levanta, en pleno corazón del país y a los pies del lago de Lucerna. Una de las postales más características de Suiza es la que retrata una ciudad cruzada por un lago sobre el que se eleva un floreado puente de madera. Se trata de Lucerna, un enclave cuyo nombre le sienta a la perfección. Es, de hecho, un topónimo legendario, ya que dicen que un ángel iluminó con una luz el lugar donde debía fundarse la capilla de San Nicolás, patrón de los pescadores y navegantes. La pequeña Lucerna, marcada por el
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Lonely Planet Traveller La Gran Ruta de Suiza